lunes 11 de diciembre de 2006
Importancia de los biocombustibles en Alemania
En la actualidad, el bioetanol y el biodiesel representan, a nivel mundial, la mayor parte de la utilización de este tipo de productos para el transporte; otros biocombustibles, como el biogás o los gases licuados obtenidos a partir de la biomasa, juegan un papel mucho más reducido. Tanto el bioetanol como el biodiesel pueden producirse a partir de una amplia gama de productos agrarios; así, las fábricas de bioetanol utilizan cereales y azúcar (básicamente de caña) mientras el biodiesel suele producirse por esterificación de aceites vegetales (colza, girasol y soja).
En la Unión Europea el biodiesel representa el 80% de la producción de biocombustibles y el bioetanol el 20% restante. La Unión Europea es líder mundial en el desarrollo del sector del biodiesel y Alemania, por su parte, es el mayor productor comunitario. En cuanto al bioetanol, los principales productores comunitarios son España, Francia, Polonia y Suecia.
En Alemania hay en la actualidad tres grandes plantas industriales que producen bioetanol. Todas ellas utilizan cereales (básicamente trigo y centeno) y están ubicadas en el Este:
- Zörbig (Estado Federado de Sajonia-Anhalt, al noreste de Halle), con una producción de 230.000 m3 de bioetanol al año
- Schwedt (Estado Federado de Brandemburgo, al noreste de Berlín, en el río Oder), con una producción de 100.000 m3/año
- Zeitz (Estado Federado de Sajonia-Anhalt, al sureste de Halle), con una producción de 260.000 m3/año
La tercera fabrica, situada en la ciudad de Zeitz y perteneciente a la empresa “Südzucker Bioethanol GMBH” (S. Ltda.), se construyó a finales de 2004 con una inversión de 185 millones de € e inició su producción en abril del 2005; recoge unas 700.000 tn de trigo al año (unas 2.000 tn/día), pudiendo asimismo transformar otros cereales como triticale, centeno, cebada o maíz. Esta fábrica es la única en Alemania que dispone de una instalación experimental para la elaboración de bioetanol a partir de remolacha azucarera como materia prima, aunque por el momento procesa cantidades muy pequeñas que se mezclan con el bioetanol producido a partir de cereales.
En lo que se refiere al biodiesel, en Alemania se obtiene exclusivamente a partir de colza. En la campaña 2005/06 se transformaron unos 5,9 millones de toneladas de colza, que dieron lugar a 1,9 millones de toneladas de biodiesel. Cerca del 70% de la producción alemana de aceite de colza se destina a la producción de biodiesel.
La mayor planta de elaboración de biodiesel se encuentra en Hamburgo (300.000 tn/año). En la ciudad de Deggendorf (Baviera) está en proyecto la construcción de una planta con una capacidad de 200.000 tn/año, que tiene previsto iniciar su producción en el 2007. Además, se construirán otras dos plantas más en Maguncia, con una producción total de unas 500.000 tn/año. Asimismo se encuentran en fase de proyecto o construcción otras dos instalaciones en Frankfurt y en Bitterfeld.
La Asociación de Productores de Biodiesel, por su parte, calcula que la capacidad de producción de Alemania podría alcanzar hasta 2,4 millones de toneladas de biodiesel, lo que supondría unas necesidades de colza de unos 6 millones de toneladas, cifra que supera la máxima cosecha alemana de colza, obtenida en 2004 (5,17 millones de toneladas).
En cuanto al marco jurídico, la Directiva 2003/30/CE sobre la promoción del uso de biocarburantes u otros carburantes de energías renovables en el sector del transporte, que establece objetivos indicativos para los combustibles renovables en porcentaje del uso total de combustibles para el transporte en la Unión Europea, ha fijado un porcentaje indicativo del 2% de todos los combustibles utilizados en el transporte en 2005, que iría aumentando hasta llegar al 5,75% en 2010. Los Estados Miembros disponen de flexibilidad bajo la Directiva para elegir cómo aplicar el objetivo comunitario en función de sus características productivas, debiendo informar a la Comisión anualmente sobre sus estrategias de aplicación. Por otra parte, la Directiva 2003/96/CE sobre la fiscalidad de los biocombustibles faculta a los Estados Miembros para eximir a los biocarburantes de la tasa aplicada a los hidrocarburos, con objeto de fomentar la producción de biocombustibles.
La Ley alemana vigente sobre Impuestos de Hidrocarburos, en vigor desde finales de 2003, exime de la tasa tanto al biodiesel puro como a la parte del mismo contenida en mezclas de diesel. Esta exención entró en vigor el 1.1.2004 y su duración está prevista, en principio, hasta el 31.12.2009.
Sin embargo, en el Acuerdo de Coalición del Gobierno federal se estableció el compromiso de suprimir, a partir de 2007, la exención de impuestos, introduciéndose en su lugar la obligación de mezclar biodiesel al diesel convencional. En este sentido, a principios del pasado mes de febrero el Ministro Federal de Hacienda, Peer Steinbrück (SPD), presentó un plan que prevé la imposición de los biocombustibles ya a partir de este mismo año, lo que provocó gran inquietud en el sector. El Ministro Federal de Alimentación, Agricultura y Protección de los Consumidores, Horst Seehofer (CSU), junto con otros representantes de los partidos de la coalición, se oponía a la introducción del impuesto.
Sin embargo, el pasado día 15.3.06 el Gabinete aprobó un proyecto de Ley, en trámite parlamentario, según el cual está previsto aplicar, ya a partir del día 1 de agosto del año en curso, un impuesto de 15 céntimos por litro de aceite vegetal, 10 céntimos por litro de biodiesel puro, y 15 céntimos para la parte de biodiesel (u otros aceites vegetales) que se añada al carburante convencional. Los biocarburantes puros utilizados en el sector agroforestal, en cambio, continuarán exentos de impuestos. Esta era una condición del Ministro Seehofer, que opinaba que los impuestos previstos son demasiado altos y que exigía que, al menos, las cantidades de biodiesel utilizadas por los propios agricultores, que son quienes cultivan la colza que es la materia prima necesaria para elaborar el biodiesel, quedasen exentas del impuesto.
El Ministerio Federal de Hacienda, por su parte, defiende este adelanto de la aplicación de la imposición fiscal a los biocarburantes, imponiendo a cambio la obligación de mezcla con los combustibles convencionales, argumentando que es la propia UE la que lo exige ya que, según el derecho comunitario, el Gobierno Federal sólo puede compensar mayores costes en la producción de biocarburantes pero sin conceder ventajas que vayan más allá. Según un informe de la Comisión Europea, la exención vigente al día de hoy en Alemania ofrece precisamente estas ventajas, que suponen entre 5 y 10 céntimos/litro, y que Steinbrück quiere eliminar aplicando un impuesto, ya que desde el punto de vista de la Comisión, no están justificadas. El Ministerio de Finanzas calcula además que, de esta manera, podría recaudar unos 130 millones de € más durante el año en curso, y otros 286 millones de € adicionales año que viene.
La Asociación de la Industria Alemana de Biocarburantes, por su parte, está en contra de la aplicación del impuesto, ya que considera necesario disponer de ventajas de precios para poder vender biodiesel.
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segunda-feira, 11 de dezembro de 2006
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